dimecres, 9 de juny del 2010
AMIN MAALOUF
El premio Príncipe de Asturias de las Letras ha recaído este año en un autor incómodo, en alguien que va por libre.
Nació en Beirut en 1949 pero vive en París desde 1975. Escribe en francés -ganó el prestigioso Goncourt en 1993 con La roca de Tanios- pero la mayoría de sus libros hablan del mundo árabe. En un tiempo en el que a los escritores se les pide fidelidad sin fisuras a una causa o a una nación por el simple hecho de haber nacido a un lado de la frontera que ellos no han elegido, Maalouf es un hombre de matices que cree que la universalidad de los valores no es incompatible con la diversidad de las culturas.
Lo dijo la última vez que estuvo en España, el año pasado, presentando su ensayo El desajuste del mundo, cuyo subtítulo es bien contundente: Cuando nuestras civilizaciones se agotan. Y dice "nuestras" porque en sus últimos libros el escritor beirutí aplica su espíritu crítico tanto al mundo occidental como al árabe. Si el primero se empeña en exportar la democracia a sangre y fuego, el segundo "vive un déficit de legitimidad política". Ni una cosa ni la otra se arreglan, suele decir el escritor, con fotos y apretones de manos para la galería.
Amin Maalouf, que fue todo lo claro que se puede ser con las tentaciones de lo absoluto en Identidades asesinas, rastreó sus fuentes familiares en Orígenes. "Pertenezco a una tribu que, desde siempre, vive como nómada en un desierto del tamaño del mundo", se lee allí. "Nuestros países son oasis de los que nos vamos cuando se seca el manantial; nuestras casas son tiendas vestidas de piedra; nuestras nacionalidades dependen de fechas y de barcos. Lo único que nos vincula, por encima de las generaciones, por encima de los mares, por encima de la Babel de las lenguas, es el murmullo de un apellido".
Autor de ensayos como los citados o Las cruzadas vistas por los árabes, Maalouf, que trabajó como enviado especial en Asia y África, vivió su gran momento de gloria con la aparición en 1986 de la novela León el Africano, basada en la vida de Hasan Bin Muhammed, un intelectual árabe originario de la Granada cristianizada por los Reyes Católicos que terminaría dando con sus huesos en Fez. La editorial española del nuevo Príncipe de Asturias de las Letras es Alianza y entre sus traductores se cuenta María Teresa Gallego Urrutia, Premio Nacional de Traducción al conjunto de una obra. Malouf es una rara avis, pero ya lo advertía él mismo en su León: "El Paraíso es de los extraños".
El País
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Ho sento molt per la Matute,
ResponEliminaperò Maalouf es un crack
molt dur també
jo soc superfan
Llegint tot això del Maalouf i del Mankell ("Diario de un viaje al horror"), he recordat un paràgraf de Pius Alibek que vull compartir amb vosaltres:
ResponElimina"Actualment, una relativa, fràgil i provisional calma regna al Kurdistan iraquià gràcies als pactes entre els grans depredadors i els xacals que aguaiten la seva porció de la presa. La bona formació i el caràcter obert de la gent d'Ankawa i l'aeroport militar proper construït en temps de Saddam sobre terres confiscades als pagesos del poble, entre ells el meu avi, han convertit Ankawa en el cau de tot tipus de rapinyaires i feristeles que el Nou Ordre Mundial anomena "multinacionals". S'hi han instal.lat amb els ullals ben esmolats i les mandíbules bavejant a punt per clavar una queixalada a la carronya iraquiana. Una fauna de descendents d'Adam que no mata per menjar i devora els seus semblants malferits i moribunds en el nom del negoci, la inversió i la reconstrucció."
Pius Alibek, ARRELS NÒMADES. La Campana, 2010 (pàgina 14)
Sícoris, si et plau, dona'ns la teva opinió dels lliure del Pius Alibek, ens el recomanes?
ResponEliminaMiu, encara no l'he acabat, però pel que porto llegit, sí: és molt recomanable perquè, a més de fer-nos cinc cèntims sobre la història, la cultura i la forma de viure del seu poble, la peripècia vital del propi Alibek -tot un humanista- és increïble (A mi, per posar-te un exemple, això de que parli en arameu amb les seves filles, em fascina.)
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