dijous, 13 de maig del 2010

Susan Sontag i la funció de l'escriptor.


La primera tarea de un escritor no es tener opiniones, sino decir la verdad... y negarse a ser cómplice de mentiras e información errónea. La literatura es la casa del matiz y de la indocilidad a las voces de la simplificación. La tarea del escritor es que sea más difícil creer a los saqueadores mentales. La tarea del escritor es hacernos ver el mundo tal cual, lleno de muchas reivindicaciones diferentes y papeles y vivencias.
Es la tarea del escritor representar las realidades: las realidades abyectas y las realidades del éxtasis. La esencia de la sabiduría que suministra la literatura (la pluralidad de la realización literaria) es ayudarnos a entender que, ocurra lo que ocurra, algo más está sucediendo.
Estoy obsesionada con ese "algo más".
Estoy obsesionada con el conflicto de los derechos y de los valores que aprecio. Por ejemplo, que -a veces- decir la verdad no promueve la justicia. Que -a veces- la promoción de la justicia puede suponer la supresión de una buena parte de la verdad.
Muchos de los escritores más notables del siglo XX, en su actividad de voces públicas, fueron cómplices en la ocultación de la verdad para promover lo que consideraban (y eran, en muchos casos) causas justas.
Me parece que si tengo que elegir entre la verdad y la justicia -por supuesto, no quiero elegir- elijo la verdad.

La conciencia de las palabras.
Fragment del discurs d'acceptació del premi Jerusalem
(Traducció d'Aurelio Major)

3 comentaris:

  1. Un gran aplaudiment a Susan Sontag.
    Gràcies, Sícoris.

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  2. Crec que està anunciada per d'aquí a pocs dies, a punt de sortir al mercat, la publicació dels seus diaris...

    T.

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  3. Era una dona amb les idees tan clares! I tan lluitadora i compromesa amb totes les causes nobles!

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