dimecres, 1 de febrer del 2012

El origen del mundo.- Pierre Michon

El origen del mundo
Pierre Michon
Anagrama

I després de...
Els onze(Club Editor), Vidas minúsculas (Anagrama), Mitologías de invierno/El emperador de Occidente i El rey del bosque/Abades (ambdós d’Alfabia), ja comentats per aquest enlluernat per l’escriptura del Michon i sempre aspectant de la més mínima novetat que isca al mercat d’aquest autor, Anagrama acaba de publicar “El origen del mundo”.

Una novel·la curta (només 83 pàg.) on està condensat amb una prosa exquisida què és per a Michon la sexualitat, el desig, la imaginació, el record, la natura, la bellesa... en una comarca a prop de Lascaux, d’un jove mestre de 20 anys entre dos ideals femenins (la Mare i la Bellesa) i uns personatges i una naturalesa ancestrals.

Només per a delerosos de l’escriptura del Michon.

No creo en las bellezas que se van revelando poco a poco, a poco que nos las inventemos; sólo me importan las apariciones. Ésta me supuso al instante pensamientos abdominales en la sangre. Decir que era un bocado soberbio es poco. Era alta y blanca, era leche. Era algo amplio y copioso como las huríes de las Alturas; anchuroso, pero estrangulado, con la cintura apretada; si los animales tienen una mirada que no desmiente sus cuerpos, era un animal; si las reinas tienen una forma propia de llevar erguida en la columna del cuello una cabeza plena pero pura, clemente pero fatal, era la reina. Aquel rostro regio iba desnudo como un vientre; y, en él, esos ojos muy claros que tienen, milagrosamente, las morenas de piel blanca, esa índole rubia secreta bajo el pelo de ala de cuervo, ese enigma que nada, si por azar posees a esas mujeres, ni los vestidos remangados ni los gritos, resuelve. Tenía entre treinta y cuarenta años. Todo en ella era conocimiento del placer, ese mismo, desde luego, en que suele pensarse, pero también ese otro que dispensaba a todos, a sí misma y a nada cuando estaba sola y dejaba de verse, sólo con apoyar las yemas de los dedos, volviendo un poco la cabeza, y entonces los discos de oro que llevaba en las orejas le tocaban la mejilla mientras te miraba o miraba hacia otro lado, y aquel placer era agudo como una herida; lo sabia; lo llevaba con valor y con pasión...

5 comentaris:

  1. Gràcies elPac, tinc en Michon pendent de fa molts de temps!!

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  2. Jo també el tinc pendent. Vull començar amb "Els onze" i, segurament, seguir amb aquest. La teva ressenya i el fragment que has triat el fan irresistible.

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  3. Amigues, si voleu restar per sempre incondicionals del Michon, a banda de l'últim "Els onze", que està molt i molt bé, heu de llegir el primer que va escriure "Vidas minúsculas". Us deixarà bocabadades: és increíble!

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  4. M'ha agradat molt, elPac. Un gran llibre xicotet. Gràcies. Totalment recomanable.

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