Gertrude Stein
París Francia
editorial minúscula, 2009
Traducció de Daniel Najmías
Las flores y las frutas eran mucho más raras a principios del siglo XX que ahora. En esos días las flores y las frutas eran raras y por ser raras eran muy elegantes.
Recuerdo e espanto de nuestra criada bretona en Palma cuando llegábamos cargadas de flores y las poníamos por toda la casa. Ahora cualquier francés o francesa puede tolerar las flores en cualquier parte y en cualquier cantidad con ecuanimidad pero entonces no. Lo mismo puede decirse de las frutas. Las frutas eran de un tamaño extraordinario, casi siempre tenían un dibujo hecho con una plantilla mientras crecían y eran muy caras. A nadie se le permitía jamás tocarlas. Solo había esas frutas extraordinarias y manzanas comunes y corrientes prácticamente nada más y esas manzanas comunes y corrientes siempre tenían gusanos. desde entonces las frutas aun en la ciudad de provincias más pequeña se encuentran en abundancia, todo el mundo come fruta y la fruta ya no es una cosa para admirar o tener como accesorio de una mesa elegante. Lo mismo puede decirse de las flores. Ahora las flores se tren en grandes ramos y cualquiera dentro de lo razonable puede tener todas las que le plazca. Así pues ahora en muchas casas las flores se disponen casi a la inglesa montones de flores por todas partes y ese nuevo interés por las flores reside en disponerlas para crear un efecto de violencia, de actividad, de extrañeza. Poco a poco eso está generando una elegancia propia."
Un altre.......a la cistella!
ResponElimina