Chantal Maillard
India
Pretextos, 2014
¿Cuánto de lo que hacemos lo hacemos por hacerlo y cuánto para contarlo? ¿Qué de nuestra vida está vivido y qué está fotografiado y empaquetado para vivirlo después, cuando pueda ser comunicado? ¿Cuánto de auténtico viaje hay en nuestra vida y cuánto de turismo?(p. 90)
De Chantal Maillard no parlaré ara. Qui coneix icr sap que no sóc objectiu, sinó totalment parcial i entregat. Vegeu el que s'ha dit ací, llegiu els seus llibres...
Lo real, en efecto, es siempre otro y más que lo referido.(p. 13)
Parlar de l'Índia em sona a grans nombres:
- Més de 1.240 milions d'habitants;
- 3,3 milions de km quadrats (l'anomenat "subcontinent" indi);
- A l'Índia tenen el seu origen quatre de les religions més importants del món, l'hinduisme, el budisme, el jainisme i el sikhisme;
- A l'Índia es reconeixen 22 llengües oficials i fins a 1.652 dialectes; siga això de dialecte el que siga...
Se han ido los peregrinos. Cumplieron el ritual una vez más. Se bañaron en el Ganges de madrugada y se fueron en la niebla, el cuerpo húmedo bajo la ropa. El día pasó sin apenas sentir. Al atardecer los niños han volado cometas de papel que motearon el cielo. Las voces, esas voces que no entiendo, ¡qué descanso!, se acallan. La ciudad se recoge sobre sí misma como un perro sobre la ceniza tibia. Recuerdo lo que dijiste: las cometas nos hacen mirar al cielo en una ciudad que obliga a mirar siempre donde pisas. En Benarés se anda con la mirada al suelo para evitar tropezar con cualquier obstáculo. Por un lado, el Cielo (Dyaus, en los vedas), invariablemente uno; por otro, la tierra, que siempre multiplica. Uno, el Cielo, el germen; múltiple, la materia-madre, la que germina. Sí, las cometas señalan la unidad, simplifican y ensanchan la mirada permitiendo el descanso. Para mirar las cometas es preciso detenerse.(p. 95)
També són grans els llibres que conec de l'Índia:
- Jocs sagrats, de Vikram Chandra, 1.075 pàg.
- Un bon partit, de Vikram Seth, 1.350 pàg.
- aquest de la Maillard, 850 pp.
- qualsevol dels llibres d'Arundhati Roy (bé, ací no són moltes les pàgines, però són tots enormes)
6. ANANDAMAYI GHATSaris que cuelgan de los balcones. Una niña lava sobre la piedra; amasa la ropa como se amasa la harina para el roti. Con movimientos cortos, precisos como los de los niños con sus cometas. Movimientos útiles los de la niña; los juegos son de los hombres.(p. 70)
Índia, crec, és Bolliwood i Calcuta; és Gandhi i Gran Bretanya; és internet i la casta dels intocables; és teleassistència mundial i voreres-dormitori...
Va ser la meca per alguns progres alternatius, grans i petits.
També és el bressol d'alguns dels nostres fills.
Siempre me ha parecido que los indios tienen cierta propensión a padecer el síndrome de Estocolmo. De la misma manera que admiraban a los británicos a pesar de sentirse oprimidos por ellos, se sienten ahora fascinados por la sociedad del mercado global al que las naciones occidentales les convidan y del que son ya, en tantos campos, los mejores colaboradores y los más convencidos. Y es que la palabra “progreso” sigue teniendo sentido para los países “en vía de desarrollo” (un eufemismo, éste, con el que se designa a aquellos territorios susceptibles de generar riqueza exportable a bajo costo y corto plazo). Por supuesto, los vocablos no son inocentes: la palabra “progreso” es una etiqueta eficaz que los poderes económicos y políticos (los de aquí, los de allí y los de más allá) continúan utilizando como garantía de sus proyectos. El mercado necesita esclavos, consumidores y productores, e India ofrece las tres cosas, y en abundancia.(p. 134)
Índia és el fil d'aquesta compilació de Pre-textos dels llibres i els articles, la poesia i els assajos filosòfics, el pensament i bona part de la creació literària de Chantal Maillard, la gran, escrits entre 1987 i 2012.
Tal vez sea el momento de contarlo. Me he resistido a ello hasta ahora, pues tenemos la lamentable costumbre de situar de inmediato las experiencias ajenas en archivadores que llevan etiquetas con nombres conocidos. Esto nos proporciona cierta seguridad, hace que las cosas parezcan más estables y que podamos andar por el mundo sin pensar que puede faltarnos la tierra bajo los pies a cada paso que damos. Pero no es tierra sino asfalto lo que pisamos, un delgado revestimiento que puede quebrarse al menor movimiento de las placas tectónicas. Nuestras teorías sirven para que podamos administrar con cierto decoro nuestra ignorancia, pero no nos libran de ella.(p. 169)
A l'índex del llibre, quatre grans blocs: Diaris, Poemes, Assajos i Paraules mercenàries:
- La ressenya de la seva estada a l'Índia per estudiar (i fer) filosofia;
- El seu quefer poètic (encara que la seva filosofia i la seva poesia es diferencien només en omplir o no les línies, i no sempre) en tot just 90 pàgines "incommensurables" (ho sento, és la paraula que em surt);
- Tres assaigs, tres estudis brutals sobre moral, dona i estètica amb tres noms aclaridors (només després de llegir-los): el bosc, l'aranya i la saliva, respectivament;
- Una selecció d'articles de premsa, breus i contundents, sobre temes socials, humans i divins, sempre lluny del discurs únic, sempre interessants.
Esa ingenua tendencia que tenemos a suponer que no estamos solos en nuestra mente, que los demás piensan al unísono lo que nosotros pensamos y están en lo que estamos...La creencia común, acatada por todo un pueblo o por un grupo al menos numeroso es el antídoto contra la soledad que acecha. El precio: la libertad del huérfano.(p. 88)
Completa tot el conjunt, "a manera d'epíleg", una reflexió sobre l'Índia i la globalització, imprescindible, i una selecció d'imatges que, des de la seva petitesa, engrandeixen l'horitzó de tot el que s'ha exposat anteriorment i dels observadors/lectors/gaudidors del llibre.
No estoy hablando de un tema que le competa sólo a la filosofía. Nos concierne a todos. Nuestro mundo: nuestro lenguaje. Presos en el logos. Sus límites, los del pensar, infranqueables. Moverse en el filo tiene un precio: el vértigo. Y una recompensa: descubrir la farsa, la ilusión, tan sólo para volver a internarse en ella, más lúcido (des-ilusionados), aunque quizá más tristes, El logro: reírse.(p. 765)
Jo he llegit/degustat el llibre a petits glops, des del proppassat febrer. Alguns textos els coneixia d'abans (la Maillard n’ha retocat alguns per a aquesta edició). D’altres els he devorat i rellegit i copiat i manuscrit i cal·ligrafiat.
Hasta que algún sonido no se te haga familiar –el ruido de las tijeras del barbero en la acera contigua, por ejemplo-, no pertenecerás al lugar. Cuando esto ocurra dejarás de hablar acerca de él. Ése es el misterio de las distancias; también lo es del amor. Todo lo que se ingiere nos convierte.(p. 108)
Moltes pàginess m'han sacsejat. Algunes m'han colpit. De totes he hagut d'assaborir, almenys, una imatge o una frase o un paràgraf.
40. MEER GHAT
El asedio. La canción que los niños aprendieron. La canción del asedio. Responda. Decimos lo que hemos de decir. Responda. Decimos las palabras mágicas. Debe responder. Hello Madam, hello, what’s your name. Hello no contesta. No hay respuesta, no hay juego. Algo no funciona. No te sientas, te asediamos. Si contestas estás muerta. Pillada, apresada en la trampa. Pequeñas manos me palpan los bolsillos, la piel, buscan lo que aprendieron a buscar y a recibir. El juego se ha frustrado. Esta presa no se mueve. El animal ajeno, el extraño, el extranjero.
La perra negra es especialista en fetos. Tiene tiña como casi todos los perros de Benarés, pero sabe como ninguno rastrear los fetos hinchados que las aguas devuelven a la orilla. Aquí está. Empieza por el cerebro. Una joven japonesa se aproxima, se acerca la cámara al rostro. Duda. No se atreve a disparar. Los intestinos ya se escapan por el cuello derramándose entre las guirnaldas amarillas y las bolsas de plástico estancadas, y un olor nauseabundo roza como una brisa el papel en el que escribo. La piedra del suelo está cobrando el tono rosa de la sangre aguada. La perra da unos pasos por la orilla y vuelve al festín que ya es un tronco abierto por la espalda. A su lado tres niños juegan a sumergir guirnaldas. La perra cumple con el Cielo, restituye la carne a otra carne, lo impuro a lo impuro, devuelve a la totalidad la parte que le corresponde. Ya no puede reconocerse a qué ha pertenecido el trozo de carne que bambolea entre la pata derecha del animal y su hocico. El sol se está poniendo despacio. Los niños juegan.
(pp. 81-82)
La meua selecció personal d’aquest llibre immens, els "tastets" d'icr, seria:
- De Diaris: 48 ghats (pp. 63-84), una passejada per 48 de les escalinates (ghat) de baixada al Ganges que hi ha a Benarés;
- De Poemes, Les llàgrimes de Kali (pp. 255-266);
- D'Assaigs, Salvar les fronteres (pp. 371-382);
- Qualsevol, o tots, els articles "mercenaris"
- I l'epíleg, complet.
Todo está recogido: la ropa en sus pliegues, el sueño bajo los párpados, el habla bajo la lengua, las llamas en el fuego.Sin embargo, hay miradas que en la noche no encuentran el reposo. Se fugan o permanecen arrinconadas sin saber adonde posarse. Algunas son rescoldos que brillan y arden despacio bajo el polvo.(pp. 145-146)
Brutal l'entrada cavaliere!!!!
ResponEliminaJo també l'estic gaudint a petits tastets des de fa uns mesos, i estic d'acord amb l'Anna: has fet una entrada brutal que convida a seguir llegint, a saber més sobre l'índia i a aprofondir en l'obra i el pensament de la Maillard
ResponEliminaÉs normal que hi estigues entregat, icr: És molt gran, aquesta dona.
ResponEliminaQuan la veus físicament, tan petita, que sembla tan fràgil, i després la sents parlar o llegeixes algun dels seus llibres, et deixa bocabadat: la reflexió més punyent, la força... No sé, tot.
Heu fet bé, amics: a poc a poc que n'hi ha molt (a més que la quantitat de pàgines no és qualsevol cosa).
Hola!
ResponEliminaParlant de literatura relacionada amb l'Índia voldria destacar la novel.la
MIDNIGHT'S CHILDREN (Els fills de la mitjanit) 1981, de SALMAN RUSHDIE (1947, Bombay)
Narra la història d'un nen amb poders paranormals, neix en el mpment de la independència de l'ÍNDIA, el 15 d'agost del 1947. Excel.lent!
Imma C.
“No, my advocates, my angels with sadist eyes, this is the beginning of my life, or the end. So I lean affirmation across the cafe table, and surrender my fifty years away with an easy smile. But the surety of my love is not dismayed by any eventuality which prudence or pity can conjure up, and in the end all that we can do is to sit at the table over which our hands cross, listening to tunes from the wurlitzer, with love huge and simple between us, and nothing more to be said.”
ResponElimina― Elizabeth Smart, By Grand Central Station I Sat Down and Wept
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ResponEliminaSempre hi sóc, ignorant qui ets, ignorant qui sóc.
EliminaTorna, sempre t'espero
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