La mañana purísima, el escarabajo de oro.
Ahora en Vietnam.
Ahora en Vietnam estalla la primera bomba junto a una escuela de bambú,
y esa muchacha que lleva un cántaro a la cabeza lo deposita rauda en el suelo y embraza su fusil-ametrallador.
Y yo estoy envuelto por el aire de Madrid
que agita un punto las páginas de Diario del Che en Bolivia,
y a ratos me acomete el pensamiento del posible avance del estigma
que segmentó mi ingle y pone definitivamente ante mis oojos la eventualidad de un corte de la película,
cual si me hubiese correspondido en esta vida mi pequeño lote de napalm,
y el aire de Madrid sonríe a esa muchacha que camina con sandalias doradas.
Ahora en Vietnam
un paracaídas blanco desciende sobre los ojos indefensos de los niños,
y yo conozco la proximidad de mi muerte tanto como la de la victoria del pueblo
y simplemente escribo porque comprendo la eficacia de otras formas de lucha que, inexorable y pausadamente, conducen al mismo fin.
(no faig encara l'entrada del llibre perquè resulta que et lliges tres o quatre poemes i et demana el cos relamerte, paladearlos, refocilarte en ells...)
Porque vivir se ha puesto al rojo vivo.
ResponElimina(Siempre la sangre, oh Dios, fue colorada.)
Digo vivir, vivir como si nada
hubiese de quedar de lo que escribo.
Porque escribir es viento fugitivo,
y publicar, columna arrinconada.
Digo vivir, vivir a pulso, airada-
mente morir, citar desde el estribo.
Vuelvo a la vida con mi muerte al hombro,
abominando cuanto he escrito: escombro
del hombre aquel que fui cuando callaba.
Ahora vuelvo a mi ser, torno a mi obra
más inmortal: aquella fiesta brava
del vivir y el morir. Lo demás sobra.
BLAS DE OTERO. Poema: "Digo vivir"
Inclòs a "Redoble de conciencia" (1951)