dilluns, 26 de març del 2012

Medallones.- Zofia Nalkowska









Zofia Nalkowska
Medallones
Trad. de Bozena Zaboklicka i Francesc Miravitlles
minúscula, 2009


Va ser recomanat a L'hora per Agata Orzeszek (veure aquí els 8 primers minuts del programa del 15/05/2011).
Va ser escrit en 1946.
De l'autora diu editorial minúscula:
Zofia Nalkowska (1884-1954), nacida en Varsovia, impulsó la literatura polaca de vanguardia. Durante años animó el más interesante salón literario de la ciudad. Autora de novelas que hoy son consideradas clásicos de la literatura europea, fue también dramaturga, ensayista y descubridora de grandes talentos como Bruno Schulz y Witold Gombrowicz. Durante su juventud formó parte del movimiento Joven Polonia, que marcó el mundo cultural de fin de siglo. Miembro activo del PEN Club, en 1937 se convirtió en la primera mujer que ingresó en la Academia Polaca de Literatura. Después de pasar la guerra en Polonia, formó parte de la Comisión de Investigación de los Crímenes Hitlerianos.
Parla de l'Holocaust a Polònia, encara calent.
Són set relats i un altre com a resum de la desraó.
Set històries esquinçadores i la guinda: la rendibilitat de l'extermini.
El testimoniatge directe dels supervivents.
Un relat desapassionat i descarnat.
Un intens llibre curtet que crema els dits i encongeix l'ànima.

La dedicatòria del llibre:
Fueron hombres quienes a otros hombres
depararon semejante destino
Pàgina 32:
     De todas partes llegan noticias de defunciones. P. murió en un campo; K., detenida en la calle y deportada, murió en una pequeña estación de tren. La gente perece de todas las maneras posibles, siguiendo todo tipo de patrones, bajo cualquier pretexto. Da la sensación de que ya no queda nadie vivo, de que ya no vale la pena perseverar ni insistir. Hay muerte por doquier. En los sótanos de las capillas de los cementerios, los ataúdes dispuestos en fila esperan, por decirlo así, su turno para ser enterrados. Ante la inmensidad de la muerte masiva, la muerte natural, individual, parece algo inapropiado. Pero aún más vergonzoso es vivir.
Pàgina 81:
     Sin duda, eran hombres que podían hacer todo eso pese a no estar obligados a ello. Sin embargo, con anterioridad se había hecho todo lo posible para suscitar y activar en ellos aquellas fuerzas que dormitan en el subconsciente del hombre y que, si no se las despierta, pueden no manifestarse jamás.     Una selección especialmente esmerada y unos sistemas educativos bien diseñados dieron como resultado este tipo humano, único en la historia, que desempeñó hasta el final el papel que le había sido asignado.
     Por las declaraciones del diputado Mayer sabemos que, en la fase inicial, el partido de Hitler aumentó sus efectivos reclutando a sus seguidores entre la escoria de la sociedad. Había entre ellos criminales, asesinos y ladrones; también proxenetas. La educación nazi cultivó con especial esmero sus instintos innatos. Prueba de ello es un decreto extraordinario promulgado en Alemania que prohibía inculpar a miembros del partido por su pasado. Mucha gente acabó en la cárcel por transgredir esta prohibición.
     Según declaraciones del doctor Fischer, profesor de psiquiatría de Praga, durante unos cursos especiales, a menudo de dos años de duración, en los que se educaba a la juventud hitleriana, se realizaban ejercicios prácticos de crueldad sádica.
     El mismo profesor Fischer, experto forense con muchos años de experiencia, afirma que el sadismo no disminuye en lo más mínimo la responsabilidad de los criminales. Son hombres perfectamente conscientes de sus actos y totalmente responsables de ellos.

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